'Una sociedad que ha abolido la aventura convierte la abolición de esta sociedad en la única aventura posible'

sábado, 27 de noviembre de 2010

SANIDAD ¿ PAGAR MÁS O NO PAGAR?

Desde hace tiempo los políticos de distinto pelaje vienen lanzando sus mensajes del 'no hay dinero para todo ni para todos'. Y es que estamos en crisis, por si no nos habíamos enterado. Parece claro que el Estado del Bienestar se desmorona y hay que priorizar a la hora de gestionar el dinero. La mayoría de los partidos políticos con aspiraciones realistas de gobernar, sea en CCAA o en el Estado, partirán del mantenimiento del actual sistema de relaciones (con más o menos modificaciones). Partiendo de aquí, la gran mayoría deberemos hacer sacrificios para mantenerlo, cosa que se viene a traducir en lenguaje menos devoto, a soportar estoicamente los recortes sociales a que nos someterán. En sanidad, para mantener el actual sistema de funcionamiento, la disyuntiva es la misma. O gastar menos o pagar más. El dinero manda. Gastar menos significaría meter mano precisamente a los que mueven la economía y el consumo, las empresas. Y precisamente empresas, las farmacéuticas, con un creciente poder en la economía. Por tanto, como no se debe morder la mano del que te da de comer (o da sentido a la existencia de tu actividad laboral, que es lo mismo), toca pagar más. Desde los sillones de economía y sanidad llevan tiempo construyendo el discurso de la financiación de la sanidad. Que si copago, que si repago, que si tasas.

Estos ‘representantes del pueblo’ no parecen entender que las enfermedades no entienden de dinero y se transmiten igual entre los pudientes y los no pudientes. Dejar fuera del sistema de salud a un porcentaje de población, aunque fuese mínimo (que no creo que lo sea tal y como está el panorama económico de la gente), podría generar un aumento de transmisiones infecciosas. Y eso sin mencionar la desigualdad que representa tener mayor o menor atención médica en función del dinero. Como ejemplo tenemos las leyes italianas de los últimos años en relación con las personas inmigrantes. Lo que han generado es una parte de población desprotegida a todos los niveles, de todos los derechos. Nosotros aún les llamamos personas. Seguramente los impulsores de estas leyes ni los consideren así. Poco menos que los nazis.

Un sistema sanitario de pago ya lo hay en EEUU, y así funciona. Sólo hay que darse una vuelta por las calles de alguna ciudad norteamericana. Y precisamente ahora están en proceso de reformarlo. En Europa, los recortes ya han empezado a afectar. Las acciones del personal sanitario no se han hecho esperar, en un país acostumbrado en los últimos años a la acción directa (link). En España, en Madrid concretamente, existe una Coordinadora Anti-privatización de la Sanidad Pública, que ha convocado varias manifestaciones ante el órdago que están lanzando los políticos y empresarios en los últimos años y que a no mucho tardar intentarán imponer por decreto.

No cabe duda que los que dirigen ya lo tienen claro. La pelota está en nuestro campo. Entrar en el juego político de la defensa de lo público permite resistir un tiempo, pero también aplazar un problema. El problema de la gestión y los gestores. ¿quién lo gestiona? Y, ¿en base a qué lo gestiona? Si es así, las elecciones y la participación en partidos políticos son la respuesta. A este momento histórico hemos llegado de la mano de esta elección. Por algo será. Si a lo que aspiramos es a cambiar el capitalismo por otra sistema de relaciones, precisa de plantearse muchas cuestiones (si es necesario el consumo de fármacos que mantenemos actualmente, si no hay otras vías alternativas al consumo de fármacos, cuestiones de fondo como los valores occidentales entorno a la enfermedad, la muerte, la felicidad, etc), que remiten a otras muchas cuestiones (autogestión de la vida y la comunidad, abolición del sistema mercantilista, fin del dinero…), y llevar a la práctica en la medida de lo posible estos planteamientos. No es tarea fácil, pero otras opciones nos llevarán todavía más al abismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.