'Una sociedad que ha abolido la aventura convierte la abolición de esta sociedad en la única aventura posible'

domingo, 13 de marzo de 2011

Alarma nuclear en Japón



Ya hemos visto estos días lo que ha producido el terremoto y el consecuente tsunami en Japón. Se trata de un país con un elevadísimo desarrollo tecnológico y una concentración demográfica espectacular. Estas características influyen de manera importante en las consecuencias que hemos visionado repetidas veces ya..
Japón, a pesar de no tener armamento nuclear, ha desarollado ampliamente la energía nuclear como fuente de abastecimiento para cubrir las altísimas necesidades energéticas de un país, que ya hemos dicho más arriba, está hiperdesarrollado a nivel tecnológico. Es el tercer país en producción de energía de origen nuclear, tras EEUU y Francia. No cuestionar estas necesidades energéticas significa aprobar la energía nuclear, al menos como mal necesario. Pero, a pesar de que casi siempre se minimizan los riesgos y las consecuencias de este tipo de energía, a veces suceden cosas inesperadas y poco o nada controlables. Es el caso de este terremoto y lo que ha generado.
Apostar por la energía nuclear tiene sus peligros. Y los tiene para todxs, pese a que las decisiones las tomen sólo algunxs, y siempre con presiones de lobbys empresariales (o de sindicatos que para el caso…). Los riesgos y consecuencias pasan por el almacén de residuos que generarán radioactividad durante cientos de años) y los accidentes nucleares. Sin embargo, todo lo que rodea estas cuestiones están siempre repletas de oscuridad. Una oscuridad premeditada y amparada por los mass-media, como voceros del poder. Basta echar un vistazo al libro de Los amigos de Ludd ‘Las ilusiones renovables’ para adquirir un poco de conciencia sobre el tema energético en general  y el nuclear en particular. De todos los accidentes nucleares que han habido las informaciones públicas siempre han sido minimizadas, cuando no tapadas deliberadamente. Pero ha sido por nuestro bien, para que no nos alarmáramos, para que no sufriéramos con o sin motivo. LA imagen me recuerda a cuando a un paciente terminal no se le informa de que va a morir para que no lo pase mal. Ejemplos de paternalismo patético, de considerar al otro como incompetente e incapaz. Así nos deben ver.
El problema de fondo es del progreso tecnológico. Ted Kaczynski lo expresa muy claramente en su comentario tras otra de esas catástrofes ‘ocasionales’ (lo ocasional es la falta de ellas en el tipo de mundo que habitamos), la del vertido de BP en el Golfo de México. El desarrollo tecnológico comporta la solución temporal de problemas actuales (sea en problemas energéticos, sanitarios, sociales…), pero genera o agrava otros problemas. Se entra en una especie de bola de nieve de consecuencias imprevisibles con tal de mantener el hiperconsumo que es uno de los indicadores del bienestar. Bienestar que cada vez más no se sabe qué coño es. Quizás los hikikomoris* hayan comprendido de qué se trata el bienestar de nuestra época…
Habrá que ver cuál es la reacción de una población acostumbrada a asumir acríticamente una gran parte de las decisiones comunes, una población que, al menos la imagen que nos dan de ella, es la de máximo control. Las colas en las escasas tiendas abiertas tras el desastre contrastan con los saqueos generalizados en otras partes del globo ante situaciones similares.

* Los hikikomoris son jóvenes japoneses que viven sin salir de su habitación durante años, pese a que mantienen relaciones sociales cibernéticas. Las más de mil clínicas japonesas dedicadas a su tratamiento no dan abasto con los más de dos millones de personas que viven en esas condiciones. Incluso hay barrios en otros países asiáticos que alquilan habitaciones para hikikomoris que residen allí sin salir durante décadas.

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