'Una sociedad que ha abolido la aventura convierte la abolición de esta sociedad en la única aventura posible'

jueves, 9 de junio de 2011

Ejercicio de memoria anticapitalista

Una vez iniciados los prelogómenos de algo nuevo cuanto a las luchas sociales de masa en este maldito pais, creo merecido ir recordando de tanto en cuanto cómo otrxs, en otros lugares, han efectuado la lucha contra el mundo del espectáculo y la mercancía. Podemos aprender cosas. También podemos criticarlas y mejorarlas. Pero primero de todo hay que ser conscientes de ellas.


El texto es original de una octavilla encontrada en París durante las revueltas de lxs Banlieuers en el 2005, las cuales sacudieron Francia ante la rabia de unas masas que, excluídas y encerradas en ghettos y barrios estructurales en ruínas, explotaron ante el asesinato de dos jóvenes inmigrantes a manos de la policía, lanzando una salvaje y valiente ofensiva contra la miseria humana y social que se les imponía con el proyecto capitalista.

"Quemar simplemente el decorado de lo que no queremos ver nunca más, el de la miseria que oprime, el de la ciudad de hormigón que encierra, que asfixia.

Quemar los medios de transporte que humillan todos los días, la imposibilidad de salir de ese gris.

Quemar las escuelas, que son los primeros lugares de exclusión, de selección, de clasificación, de aprendizaje de la obediencia incondicional.

Quemar los ayuntamientos que gestionan la miseria y las comisarías, sinónimos de humillación, prepotencia y palizas.

Quemar el Estado que gestiona esas prisiones a cielo abierto.

Quemar los locales de los partidos políticos. Quemar a lxs políticxs, quemar a la élite.

Quemar los depósitos de mercancías, los concesionarios de automóviles, los bancos, los videoclubs, los supermercados, los centros comerciales, los canales de televisión.

Quemar y no robar sólo para transformar en humo esta mercancía por la cual debemos reventar trabajando y que debemos "normalmente" codiciar, consumir, acumular.

Quemar porque parece que es la única forma de hacerse oír, de no ser invisible.

Quemar con el espíritu evidente de querer cambiar las cosas..."
 
Extraída de la Rebelión de las palabras.

1 comentario:

  1. 1000 copias de esta octavilla han sido distribuidas el mes pasado por gente anonima en Santiago de Compostela

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