'Una sociedad que ha abolido la aventura convierte la abolición de esta sociedad en la única aventura posible'

viernes, 3 de junio de 2011

El presente no volverá (Cuadernos de negación)


EL PRESENTE NO VOLVERÁ

No es que el presente tenga condiciones especiales que obliguen a las
personas a salir a la calle a protestar, pues nuestro tiempo vive encausado
en el capitalismo, un sistema social que se perpetúa en base a la
insatisfacción, por tanto las condiciones para la exaltación y la revuelta
son constantes. El encanto de éste momento que nos toca vivir es que esa
insatisfacción que se vive habitualmente en forma individual y
condicionada a las normas ha encontrado masivamente su expresión
colectiva, fuera de lo legal y la paz social, pues incluso las protestas que
se denominan “pacíficas” rompen con lo establecido.

En lo formal la reacción colectiva expresa su rechazo al autoritarismo
político en un país, a la desprotección social en otro, a la mercantilización
de la educación en otros tantos, a la explotación de la naturaleza en
alguno, al aumento de los precios de alimentos y transporte en casi todos.
Entonces acontece que por una temporada centenares, miles y millones de
personas en diversas latitudes están intentando romper con la lógica
impuesta, contradecir al Estado y al Capital sin que ellos mismos se
atrevan a plantearlo, pues el mayor problema es que la mayoría de esas
personas no son concientes de lo que están haciendo, sus actos son más
certeros que sus palabras.

Salvo en las revueltas más radicalizadas en medio oriente (radicales en
tanto encaran la raíz de su insatisfacción) pareciera que la acción
espontánea de millones de personas alrededor del mundo busca
perfeccionar los instrumentos de sometimiento: más democracia, más
trabajo, más educación, más producción. Miran en conjunto al cielo
esperando por un héroe que baje del Olimpo del sistema a representar
sus aspiraciones sin descubrir su propia fuerza y belleza como conjunto
de seres humanos deseosos de una vida plena, sin bancos, sin políticos,
sin reyes, sin hidroeléctricas ni guerras por fuentes energéticas, sin
alquileres, sin escuelas que no enseñan nada más que la reproducción de
la misma mierda. Sin Estado, sin Capital.

Pero éste presente aún no se nos escapa, y hacernos cargo de éste
tiempo es lo único que nos queda si no queremos que los nuevos
políticos, las nuevas fuentes de energía, la nueva democracia que
surja triunfante de la actual crisis y sus protestas sean la mierda
que tengamos que tragarnos mañana.
Hermanos, hermanas:
¡A por todo!


http://cuadernosdenegacion.blogspot.com/

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