La Megamáquina (reflexiones sobre Eurovegas)

‘Buenos tiempos aquellos en que los ‘tomadores de trabajo’ llamados trabajadores (que por supuesto jamás tenían la libertad de tomarse  su trabajo) eran tenidos y considerados como tales, pues el paro que ahora se anuncia hará que parezca inocuo el de hace cincuenta años. Si se piensa que ya aquel paro fue una de las causas principales del nacionalsocialismo, uno no tendrá ánimos para imaginar lo que producirá este paro que ya nos amenaza. No es en absoluto imposible que los hornos de gas de Auschwitz (económicamente absurdos por entonces) sean los modelos para la ‘superación’ del hecho de que, en comparación con las condiciones de trabajo, haya demasiados hombres.’

La obsolescencia del hombre. Vol.II. G. Anders.

Estos días los políticos catalanes y madrileños están haciendo sus mejores ofertas para conseguir que un magnate americano, como en tiempos pasados, establezca un megacomplejo de ocio en su territorio. La única ventaja que venden a los ciudadanos es la del empleo. Pero las exigencias del empresario yanqui pasan por doblegar aún más las condiciones de éste. Y es que este acaudalado yanqui ha puesto el ojo en el sur de Europa por algo, por su capacidad para obviar las leyes y facilidad para trampear sin problemas (no en vano somos uno de los países más interesantes para blanquear dinero). Y es que por muy catalanes que seamos, al estar en esta latitud, atraemos a estos especímenes.

Los conservadores de CIU se rinden al dios Dinero como cualquier otro gestor que se precie. Son capaces de vender a su propia madre por él. Pero es por nuestro bien. Han puesto todas las disposiciones sociales, legales, policiales, para que sea imposible vivir sin dinero. Tampoco en la cárcel se puede estar sin dinero. Ese es su trabajo y para eso le refrenda cada cuatro años su masa electoral.

En un contexto histórico como el que vivimos, los sindicatos se limitan a cumplir su papel social dentro del Estado. Por un lado contribuyen a ofrecer la imagen de oposición necesaria para que los trabajadores se puedan identificar y seguir sus consignas. No creo necesario justificar el hecho de que si no estuvieran, la oposición natural al desarrollo de la sociedad capitalista continuaría y a saber por qué medios se expresaría, pues las contradicciones que crea son inherentes y vividas en el propio cuerpo de la gente. Y por otra parte negocian en qué condiciones se da el trabajo. En la actualidad, y creo que durante muchos años más, esta negociación se limita a preservar puestos de trabajo a cualquier precio. Así se está demostrando todos los días en los distintos EREs y EREs encubiertos. Así pues, si de lo que se trata es de aumentar el número de trabajadores una propuesta como la de Eurovegas es ideal. Que las condiciones de explotación sean peores es un mal menor, porque ‘hay que trabajar’. El trabajo se ha ido reconvirtiendo y si antes se basaba en la producción de bienes de consumo, con su traslado a otros países con condiciones de explotación más sucosas, ahora se convierte en la gestión social. Así, las empresas con más desarrollo en estos años y que más puestos de trabajo pueden generar son las industrias de la represión (necesaria para mantener todo el tinglado), de tecnologías que faciliten el registro, almacenamiento, análisis y comunicación  de datos y los servicios de todo tipo que medien cualquier actividad humana (aquí se incluiría la gestión del tiempo ‘libre’). En vista de este desarrollo es posible que los próximos años veamos propuestas quizás todavía inverosímiles, pero a buen seguro bien recibidas por la generación de empleo que comportan. Los campos de concentración privados son una posibilidad, puesto que las cárceles, centros de detención de inmigrantes, centros de menores gestionados por el Estado no son rentables y producen gasto. Su gestión debe ser rentable. Ese proceso de privatización ya se está dando en algunos lugares como Italia o Reino Unido. Las imágenes de la película ‘Los hijos de los hombres’ cada vez son más cercanas a nuestra realidad. La gestión del daño ambiental y humano producido es una industria con mucho futuro por lo que de necesaria es para la perpetuación del propio sistema. En ese sentido biotecnología o nanotecnología desarrollan investigaciones orientadas a paliar los síntomas del colapso de la naturaleza (extraer agua de la basura licuada, producir comida mediante procedimientos genéticos, tratar enfermedades obviando sus causas sociales son algunos ejemplos).

La propuesta de Eurovegas es interesante desde el punto de la gestión social por otra cuestión. Se trata de un complejo dedicado al ocio, al entretenimiento. Entretenimiento que como ya escribió Günter Anders permite disminuir las defensas para facilitar la asimilación de la dominación. Es el arte tendencioso del poder. Y es que la élite disfraza de ocio lo que quieren que se asimile. Sólo hay que recordar esas reuniones de empresa los fines de semana jugando al paintball o haciendo rafting.

Así pues, y a pesar de la aparente contraposición de las posturas entre políticos conservadores como los de CIU y sindicatos, ambos coincidirán en lo bueno que es para la sociedad catalana un complejo como el que se plantea, pues permite crear empleo y disfrutar del ocio masificado que tan del gusto de estos sindicatos es (hasta seguramente puedan ofrecer descuentos económicos a sus afiliados para ir a jugar un fin de semana). Y es que por más que esos trabajadores se vean a sí mismos como herederos de aquel proletariado de principios del siglo pasado con posibilidades de aspirar a la libertad, hoy sólo representan una pieza más en la megamáquina que tritura cualquier aspiración libertaria y se convierten en el enemigo a combatir en la lucha por la libertad.