Sobre detenido en Italia por mani del 15O -Abajo la máscara! (texto)

Leonardo, Chuky para sus compañeros, permanece en la cárcel. Fue encerrado el sabado cuando fue detenido entre los participantes al asalto a la furgoneta de los Carabinieros en la plaza San Giovanni en Roma, el pasado 15 de octubre. Lo ha decidido el tribunal de Chieti. El juzgado ha emitido una ordenanza de custodia cautelar en prisión por tentativa de homicidio, devastación y resistencia a oficial público, declarando la propia incompetencia y trasladando los actos al tribunal de Roma. Entre tanto la defensa del estudiante ha comunicado que, desde que está encerrado, el joven rechaza comer, una decisión de la que la dirección de la prisión de Chieti está al corriente.


Sacado y traducido de Culmine.
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Dejo el texto 'Abajo la máscara' de valoración sobre lo ocurrido en Italia estos días.

No se siente la propia cadena mientras se sigue espontaneamente al que las arrastra; pero cuando se comienza a resistir y a caminar alejándose, se sufre mucho.

André Gide

Después de meses de apología de las revueltas en los paises árabes, después de meses de crisis que han barrido cualquier ilusión por un posible futuro mejor, después de los enfrentamientos que con simpatía habíamos admirado en muchas capitales europeas, llega la habitual esquizofrenia italiana. El 15 de octubre en Roma se pone en marcha una farsa anunciada, no la de aquellos encapuchados, señalados como infiltrados, esbirros, vándalos, violentos y estúpidos más o menos conscientes y útiles a la reacción, sino la de una sociedad en estado de grave enfermedad, no puede ser otra: se confunde la violencia cobarde de un poder siempre impune, con la rabia de los sin voz. Violento es quien bombardea poblaciones desarmadas, quien empobrece indiscriminadamente, quien devasta territorios enteros, quien priva de comida y chantajea por un curro de mierda, quien controla y encarcela.

Al día siguiente de un enésimo e inútil voto de confianza que confirma todavía más que los poderosos preferirían la muerte que renunciar a su embriagadora posición de superioridad, no serán un par de bancos y una caserna destrozada lo que terminará con el capitalismo y sus abanderados, sino que debería ser todavía más evidente que pasear alegremente, cantar, bailar y montar 20 tiendas en el borde de la calle no solo es inútil, sino que es una idiotez que da al sistema la seguridad de su inmunidad. Ilusos, convencidos de participar en la vida política del pais la mayoría toman parte en el estúpido juego de la eventual alternancia en los vértices del Estado. Pero como una vitrina que cae en miles de pedazos deja desnudos y desatendidos los tan añorados objetos del deseo, una vitrina rota puede hacer caer la máscara a la sociedad italiana. Entonces: al estar desnudos los Indignados, están indignados como nunca; una bonita marcha alegre y colorida habría sido  la respuesta conveniente para asustar a un capital que especula y chantajea y aterrorizar a un Estado segregacionista, pero ahora estas cosas pasan a un segundo plano, el verdadero enemigo es el hombre de negro que merece indignación y delación por no haber respetado las reglas del disenso democrático. Abajo la máscara por el mundo político que se unen en posición de condena mostrando su unánime deseo de autoridad y fascismo. Pero, ¿cuanto valen las estupideces vertidas por los medios en una campaña dirigida a demoler el disenso, mientras que fuera se continua perdiendo el puesto de trabajo, mientras se acaba en la cárcel por no tener un trozo de papel, mientras no se sabe como criar la propia prole y como asegurarles aquellos lujos que lucen detrás de las vitrinas de este sistema de explotación?

Que no se engañe quien piensa más en atacar a los vándalos que en emprender ataques contra los criminales en el poder. Un surco se ha trazado y divide no de derecha a izquierda sino de arriba a abajo, ahora estamos todos al descubierto y podemos ver perfectamente quien acepta conscientemente defender un sistema en colapso y quien del otro lado usará cualquier medio para reconquistar la propia vida.

Sacado de Cenere y traducido por amotinadxs.